viernes, 6 de junio de 2014

TESTAMENTO II


Recordad que un día os puede llegar el hambre; que no os saciaréis tan sólo con comida; que, de cuando en cuando, la firmeza se os podrá desvanecer entre dudas; que los amigos llegan cuando desaparecen los amigos; que el mal no es demostrable; que vosotros, como tantos, amaréis a ratos; que antes de darlo, un paso sólo es futuro; que las drogas abren campos y la adicción los cierra; que aunque no sea lícito, vuestra madre puede odiaros y vosotros podéis odiar a vuestro padre; que Caín mató a Abel y Dios no atendió a razones; que la putrefacción del mundo siempre será parte de la naturaleza; que el conocimiento es venerable; que la cama puede ser vuestra tumba; que el amor puede ser vuestra vida; que existimos aún cuando no nos miráis; que el infierno siempre está por delante; que se puede sacrificar el cielo; que un beso es un instante; que el placer está siempre trucado; que mamá y papá tienen un nombre de persona, como lo tenéis vosotros; que viajar es una cuestión de imágenes y la imaginación no consta de otra cosa; que el lamento es aconsejable; que el egoísmo es tan nuestro como la caridad; que la curiosidad hace milagros; que la envidia es un purgatorio; que la ley es la bondad de la conciencia y lo demás tan sólo son acuerdos; que el sacrificio mermará vuestra sonrisa levemente; que dialogar resulta un ejercicio estimulante; que me reconstruiréis y os equivocaréis; que yo me equivocaré con vosotros; que un pecado no es un crimen; que el agua es tan peligrosa como el bien cuando te sumerges hondo; que el dolor duele menos cuanto más daño hace; que vivir se escribe con cinco letras; que morir tiene las mismas; que la suerte duerme sobre la madera que os construye; que la mentira es una escapatoria; que la ceguera no es monopolio de los ciegos; que el fuego se apaga sin que merezca la pena; que la confusión suele generar aciertos pero no por ello es justificable y que, en definitiva, el mal que hagáis lo recordaréis siempre pero nada importa tanto como para construir un templo.

Tened cuidado, que no es fácil...

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