Sí, ya sé que el tema puede aburrir, que todo
el mundo es consciente de lo que ocurre en Telemadrid ─esa cadena pública que sólo lo es
porque con nuestros impuestos pagamos sus costes y su pésima gestión─; y que el
esperpento que se representa en cada uno de sus espacios informativos, pasados
y presentes, ha terminado por anestesiarnos de tanto llevarnos las manos a la
cabeza.
Sí, lo sé.
Asistir a ese espectáculo de propaganda
ultraderechista disfrazada de noticiarios, con secciones de opinión donde sólo
se manifiesta una, nos ha narcotizado tras buscar un millón de veces el epíteto preciso en el
diccionario y no encontrarlo. De hecho, la lengua
castellana, tan amplia, tan inabarcable, se queda corta ante lo que se hace y
se muestra en esa casa.
Y lo sé.
Esto se ha contado mil veces y, por tanto,
también sé que lo que escribo es terreno trillado y quizá sea una más de mis
pérdidas de tiempo. Pero me da igual. Ayer noche, ya metidos en la jornada de
hoy día 23 de julio ─víctima del calor de Madrid, de mi insomnio habitual y de
esa práctica necesaria que consiste en ver cómo maniobra quien se gasta los
impuestos─; Telemadrid me colmó el vaso de la paciencia en ese espacio que
presenta Ana Samboal y que han titulado con el nombre ambiguo de "Diario de la noche" (con semejante nombre podría
tratarse de un reality festivo-veraniego).
Aporto el resto de los datos para situaros y
no obligaros a ver en la red todo el programa: asistían a la presentadora los
tertulianos Fernando Jauregui y Javier Gállego Jané. El tema, donde surgió el
comentario que me hizo saltar los plomos, fue el primer pleno del Ayuntamiento
de Madrid, regido por Manuela Carmena.
Por boca de los asistentes y de la
presentadora, con ese punto de vista único de la cadena, se dirigieron todos
los ataques a los que nos tienen acostumbrados hacia la nueva alcaldesa: que si
la web esto y que si la calle de Zerolo lo otro… Lo de siempre y en el tono de
siempre, centrando la mira telescópica, más que nunca, en el Ayto de Madrid, el
mismo al que tanto defendían hace nada, en ese mismo espacio informativo,
recurriendo a la mejor estrategia que tenían a mano para no pasar vergüenza (si
es que les queda alguna a tamaña comadre de filibusteros): acallar los desfases
de Ana Botella y, del mismo modo pero en general, la peor gestión de las necesidades de la
capital que pueda recordarse. Si alguien quiere datos objetivos a este
respecto, los tengo. Ni el malgastador, zigzagueante y sibilino Gallardón
merecería comparación gestora con la de su sucesora, no electa, Ana Botella.
Eso, por triste desgracia, lo saben hasta los muertos.
Pues bien, el punto insultante, el que motiva
este artículo, llegó de la mano de Fernando Jauregui pero, como fue
secundado por los dos corifeos restantes, diré que fue obra de las tres palomas
sentadas a esa mesa de redacción. El trío vino a coincidir en que la gestión de Manuela Carmena era algo inexistente, banal, infantil... Se dijeron cosas
del tipo: “¿dónde está la gestión de las basuras?” o ”¿dónde está la gestión
del alumbrado público?”, sin dejar a un lado el aplauso a la iniciativa del PSM, liderado por Antonio Miguel Carmona, para bajar el IBI y que fue apoyada por el PP y por C´s.
Huelga decir que dicho aplauso verbal no fue
por la medida aprobada sino por la fractura, tan deseada en ese medio, entre
"Ahora Madrid" y el PSM. Se entiende que estos personajes no estén
acostumbrados a que, en una democracia, no siempre ganen los mismos y de ahí
que vean rupturas definitivas donde lo que hay son acuerdos puntuales, debate,
y votación. Hoy contigo y mañana sin ti. Y no pasa nada salvo que cuando lo
entiendan en Telemadrid peligre su repertorio para beneficio de la información
mundial.
Si el Ayuntamiento disminuye sus ingresos por
ese impuesto, si no tocaba, si hay otras prioridades según unos en contra de
los otros... no es más que el debate de la gran política, el juego donde se
barajan sin cesar cientos de naipes y comodines, el tapete donde surgen y
mueren los proyectos y nuestro futuro vecinal. La diferencia respecto a un
tiempo muy reciente, en ese mismo ayuntamiento, consiste en que, ahora, nadie
va a poder jugar sin quedar retratado. De eso va este asunto y lo mejor es que
los políticos de vieja escuela no saben jugar con estas reglas nuevas, no saben jugar
al descubierto.
Regreso a lo del punto insultante:
De todo ello, de la votación y demás, los
tertulianos sacaron la conclusión de que Manuela Carmena aguantaría su
gobierno hasta después de las elecciones generales y que, con los nuevos
resultados, se vería obligada a ceder la alcaldía. Y se quedaron tan frescos
los tres.
Me preguntaréis que dónde está el insulto si,
total, esto es lo que se hace siempre en ese espacio informativo.
Está claro que mentir no es insultar y que
manipular la información con determinados sesgos orientados tampoco lo es. La
esencia del juego democrático lo permite y así debe ser aunque de ético ─ese
factor que tanto repite Eduardo Inda en las últimas tertulias televisivas─ no tenga nada y
menos en una cadena cuyo origen metafísico debería ser la pluralidad.
Más tarde
entraré en la aclaración de este punto.
La cuestión insultante es el ataque centrado
en la ausencia de gestión del Ayuntamiento de Madrid cuando, por simple
comparativa, la gestión inexistente se da en el gobierno de la Comunidad de
Madrid regida por Cristina Cifuentes con el apoyo de C´s. Plantear el mismo delito
y no juzgar a la presidenta y a la alcaldesa en igualdad de condiciones, atenta contra la inteligencia de cualquiera, por muy de
derechas que se pueda ser.
Pues decidme: ¿alguien sabe algo de esta
mujer, de Cristina Cifuentes, desde que ocupa el cargo? ¿alguien sabe algo de C´s, cuyas líneas rojas,
marcadas para firmar acuerdos con el PP, atendían también a la pluralidad de
Telemadrid? ¿habéis visto o sentido que ocurra algo en la Comunidad de Madrid?
¿alguien cree que, por este motivo, por esta falta de nuevas acciones, se
acerca el Apocalipsis circulatorio, que nos quedaremos de inmediato sin agua,
que no se intentarán apagar los incendios este verano?
A que no. Pues con Manuela Carmena
tampoco ocurrirá ningún colapso.
¿Sabéis por qué? Porque es lo normal tanto en
una entidad pública como en una gran empresa. Las transformaciones requieren su
tiempo y, en todos los aspectos, nos iría mucho mejor si cada directivo se lo
permitiera antes de tomar una decisión importante. Nada se gestiona con
eficacia y se renueva llegando a la casa y prendiendo fuego nada más cruzar la
puerta. Lo primero es analizar, estudiar y, en los casos de la Comunidad y
Ayuntamiento, auditar a fondo, sin concesiones ni miradas hacia el lado
contrario de la realidad. En este sentido ─el de la auditoría─ los votantes de
“Ahora Madrid” exigíamos dicho examen, formaba parte del proyecto y me consta
que se está haciendo. Por ejemplo, ya vamos viendo resultados cantosos como el
hecho de que siguiera contratada la misma empresa que gestionaba la seguridad
del “Madrid Arena” cuando se produjo el crimen y la catástrofe; vamos viendo cómo, por
ejemplo, seguía contratada la misma empresa de mantenimiento de la Caja
Mágica aún sin cumplir ninguno de los encargos y estudios que se le habían
solicitado; vamos conociendo, por ejemplo, el gasto y gustos de los anteriores
ediles en lo que correspondía al uso y administración de su despacho palaciego; vamos viendo cómo todos ellos han sido eliminados de raíz.
Siendo objetivos (palabra que desconocen en
la redacción de informativos de Telemadrid) de Manuela Camena sí sabemos lo
que está haciendo y, si lo pensáis, ya está haciendo mucho para el tiempo que
lleva en el cargo. Hasta esos mismos canalizadores de opinión a los que invitan
a decir misa en Telemadrid, consiguen que nos enteremos de toda esa labor, con sus errores naturales y nimios, aunque les pese.
Por las mismas, siendo también objetivos, de Cristina Cifuentes no sabemos nada apenas. La información de sus movimientos
no llega ni para que esas mismas personas intenten loar alguna gloria posible de la Presidenta.
Es de suponer, cosa lógica, que aún estará estudiando cómo funciona el asunto
por dentro o, en el peor de los casos (que es el más probable), buscando una
programa de gobierno que seguir porque, recordemos, ha llegado a donde ha
llegado sin una idea en los bolsillos. Pero, de esto último, en Telemadrid ni
mu.
Pero, insisto, hasta eso es normal. No quiero
caer en el “y tú más”. Eso sí, lo que es injusto e insultante es que, incluso
en la cadena pública de Madrid, se le estén dando martillazos en los dedos a Manuela Carmena por hacer, deshacer y estudiar la situación; mientras que con Cristina Cifuentes se prosiga con esa táctica del silencio que viene a
definir la siguiente secuencia: "como nada hace, no contemos nada y mucho
menos para criticar su inacción. Sigamos tirando del libro de estilo de Ana
Botella."
Para terminar aclararé ese punto que he
dejado a medias, el que hablaba de las mentiras e informaciones sesgadas con
que se manejan en Telemadrid respecto a la falta de gestión del gobierno de Manuela
Carmena.
Lo primero es dejar claro un hecho: la
continuidad de cualquier partido en un órgano de gobierno crea mecanismos
automatizados y Madrid los tiene tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento. Viene a ser algo parecido a los protocolos de un gran
trasatlántico. Por mucho que se cambie a los capitanes del navío el cambio no
perjudica ni a los restaurantes, ni al servicio de habitaciones, ni a las
discotecas, ni a lo que conocemos como servicios generales de abastecimiento.
Plantear, por parte de la cadena Telemadrid y sus acólitos, cómo se están
gestionando esos servicios en el Ayuntamiento de Madrid cuando prácticamente
todos ellos están externalizados, es una trampa para espectadores zoquetes y
votantes somatizados de la derecha. Otra cosa es que, tras esa investigación
auditora de recursos, de gestión externalizada y de subcontratas ganadas en
dudosos concursos públicos; las aguas desbordadas de la corrupción, en Madrid, amainen y logren que el barco navegue más ligero abasteciéndose de otro modo para
beneficiar a los vecinos de la capital. Pero, para llegar a ese punto, el
equipo de “Ahora Madrid” necesitará de todo nuestro apoyo, nuestra paciencia y
nuestra inteligencia. Esa labor no se hace ni en un día ni en cien.
Mientras tanto, veremos cómo le va a los
responsables de Telemadrid cuando C´s comience a dar zarpazos generales al PP y Cristina Cifuentes deje de ser amiga. Lo mismo que ayer hizo Carmona
con el PP y C´s, pueden hacer los de C´s con el PSM de Ángel Gabilondo.
Eso es la democracia sin bipartidismo,
alternativas que se deben pelear día a día, sin escaños vacíos. Esa es la
democracia que se leyó al analizar los resultados electorales. Quizá sea más
lenta pero será más limpia y más de todos.
Y hablando de limpieza: ayer, tras más de un
año sin ver pasar un camión del servicio de limpiezas de Madrid que regase mi calle y la limpiase, pasó uno, la regó y toda ella quedó fresca y limpia. Las
subcontratas empiezan a verle las orejas al auditor.